Niños y niñas en variados territorios mapuche; Comunidades costeras que ven como se contaminan sus litorales; Valles que se secan por la falta de agua; Funcionarios públicos de varias reparticiones con nuevos patrones. ¿Qué tienen en común?, Viven aterrorizados.
¿Y quién persigue a los causantes de esos terrores?. Algunos pensamos que debieran ser enjuiciados por tribunales de justicia competentes. En otras culturas la misma comunidad hace su parte.
Pero aquí no pasa nada, gobiernan hace rato los que siembran el terror en una población que tiene que soportar trabajos mal remunerados, condiciones de salud deterioradas –física y mentalmente hablando-, y una educación que apenas permite entender lo que uno lee, como este mismo texto. Ni hablar del Transporte público en general.
La gente anda enojada por la calle y no es capaz de mirarse a los ojos, cabizbaja busca una respuesta a las inquietudes en los adoquines de su camino. Es complicado el mes a mes y los días de pago solo se estiran por un par de semana. Drogas legales e ilegales –de las que también consumo-, hacen su parte para llevar una vida “normal” o bien tratar de encajar en el sistema.
Me da bronca la nula empatía que la sociedad siente con todos los temas que están pasando y que nos alienan más y más la existencia, total, sin información no hay conciencia y sin conciencia no existe acción sostenible en el tiempo. La insensatez de la televisión y lo acomodado de los medios hacen su parte para alimentar el estatus quo.
Los de arriba quieren dominar todo e imponer un estilo de vida que solo les beneficia ellos, para eso tienen a un gobierno que habla de clientes y no de ciudadanos, de competitividad y no de asociatividad, de lucha contra el terrorismo y no de fomento de cultura de paz. Tienen también a los militares y fuerzas de orden para asesinar impunemente si así fuera necesario. Mapuches, Estudiantes y Trabajadores saben de ello.
Pero bueno, nunca se pierde la esperanza que la realidad pueda ser distinta, desenmascarar a los terroristas de arriba y construir desde nuestras acciones cotidianas otra sociedad es la tarea, no es menor, pero no podemos esperar nada de los sembradores de terror: Transnacionales extranjeras y grupos económicos locales, y su gentil auspiciador, Gobierno de Chile S.A, manejado por el Empresario Presidente, el mismo del que parece tampoco se podrán hacer imitaciones, su investidura para algunos, no se lo permitiría. Kramer también debe empezar a estar aterrorizado.
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