Por un lado habla de participación juvenil y su importancia para aportar a la “democracia”. Mientras por otro, no es capaz de hacer una campaña con real interés por motivar el sufragio de los 2 millones y tanto de juventud.
No hay interés ni de la alianza (lo demostró descaradamente un estudio de un cercano a la UDI), ni de la Concentración de Partidos por la Demosgracias por cambiar el padrón actual, cambiarían mucho la dirección de las decisiones del país, y eso, a los poderosos de siempre no les agrada. Deberían empezar a compartir el poder y no solo autobeneficiarse de la riqueza de un país.
Si a la Concertación le interesa hacer participar a los más de dos millones de personas para fortalecer nuestra débil democracia. Daría un nuevo plazo para la inscripción, y junto con eso, generaría una campaña real para motivar a los desencantados de sus propias acciones.