viernes, 1 de enero de 2016

2016, sembrar para cosechar

Entiendo que los cambios profundos no se obtienen por decretos fuerzas, leyes o bandos militares, las transformaciones de verdad se ubican en el plano de la conciencia de la persona, de un grupo o incluso de una sociedad. Por eso mismo, la lucha en Educación es tan relevante y estratégica, por las posibilidades de cambios reales y no gatopardismos, que ella posibilita.

Mis deseos para cada uno de quienes se topen con este escrito, son los de una felicidad que se construye colectivamente y va más allá de nosotros mismos o nuestra familia, incluso de nuestros amigos y amigas. Una alegría colectiva que es edificado con los aportes de cada actor de la sociedad, quienes contribuyen a sembrar semillas que crean nuevos mundos posibles que dejan atrás los énfasis individualistas, materialistas y competitivos que fomenta este sistema centrado casi exclusivamente en el ámbito económico de una realidad mucho más compleja.

Energías anewenadas este año 2016, a quienes resisten los embates del modelo de desarrollo extractivista y defienden sus territorios y ecosistemas, en especial a comunidades indígenas y campesinas que por años y años vienen realizando prácticas que se integran a la naturaleza, acciones que hoy incluso, llevarían el apodo de sustentables para diferenciarlas de esas actividades que solo destruyen y dejan miserias en los lugares que desean "invertir".

Los mejores sentimientos para todos uds, quienes decidieron en algún momento de sus vidas, y da lo mismo cuando, pasar de lo individual a lo colectivo, de lo competitivo a lo colaborativo, del querer tener al querer ser.

Que los proyectos que se siembren durante éste período, tengan excelente cosecha, recolección que dependerá del cuidado, carino y esfuerzo, dado al proceso de crecimiento de nuestros deseos y convicciones.

(Imagen de Bansky)