domingo, 23 de mayo de 2010

21 DE MAYO: DEPENDE DE NOSOTROS(AS)

No pasaron las 500 personas manifestándose este 21 de Mayo por las calles de Valparaíso, día característico en las formalidades republicanas. Adentro del Congreso la cuenta pública y las ideas de administración de un país; afuera del parlamento y a varias cuadras, las gentes manifiestan su descontento y vociferan sus peticiones.


Sumando y restando, talvez entre fotógrafos, reporteros y policías de civil infiltrados en la manifestación hacen un número similar a quienes efectivamente fueron con la convicción de expresar su malestar por el rumbo del país. Pareciera que solo fueron convocadas las mesas directivas de las organizaciones de trabajadores y estudiantiles, un poco de pobladores y las juventudes comunistas haciendo una de las mayores presencias -¿También andarán así trabajando por las poblaciones?-. Rojinegros como siempre al final de la columna que en esta ocasión, ni siquiera podría llamarse así, talvez decirle cuadrado.




“Por el clima”, decía uno de los pocos profesores que había ante la pregunta de la carencia de masas. “No hay unidad”, descubrían otros en sus respuestas apresuradas. Lo concreto es que pareciera que el terremoto-maremoto dejó los ánimos entibiados, o bien las inyecciones de televisión y prensa acomodada hacen su trabajo en el adormecimiento mundano.

La policía obedeciendo a sus patrones esperaba tranquila, por mientras, Piñera entre sus anuncios presidenciales mencionaba 10.000 nuevos policías y 1.000 investigadores más -mientras tanto, recorta personal en los Ministerios de Educación, Mideplan y Cultura-. Carabineros se veían confiados, si la Concertación no fue capaz de sancionar con cárcel a los asesinos de jóvenes mapuches o trabajadores o estudiantes, ¿Qué esperamos de la Alianza por Chile?

El final fue el mismo de siempre. Grases lacrimógenos ante la investida de una decena de personas tratando de quitar las rejas que contenía a la población presente. Carabineros y periodistas de canales abiertos ni sufren por los gases mientras los otros andábamos a los tumbos debido a la toxicidad de los químicos usados. Algunas piedras que acariciaron alguno de los carros. Trabajadores de la construcción que resisten el lanzagua que con saña se dedica a tirarles un chorro para disolverlos.


Algunas corridas por aquí y otras corridas por allá como para decir que valió la pena, antes de las 12 estaba todo normalizado. Un mensaje presidencial mediocre y neoliberal al igual que el presidente. La esperanza de que las cosas puedan ser distintas, aún en lo alto, depende de nosotros(as), solo de nosotros(as).

Por René Squella Soto

No hay comentarios: