Escudriñaba entremedio del microbasural cercano a su hogar
Desde donde podía ver la imponencia de un templo católico,
La vida que estimulaban los grandes avisajes publicitarios,
Una carretera que alejaba los pasos hacia la ciudad
En las madrugadas Maikol se dirigía a la Feria
El trabajo daba comida inmediata
Mientras los estudios en escuelas municipales, talvez
Y solo talvez
Podrían posibilitar una alimentación digna para el futuro
El niño estaba abandonado a su suerte
Su madre nunca quiso tenerlo, y el padre
Como suele estar de moda en la vida postmodernista
Resolvió por la indiferencia y el olvido
Algo similar a como la sociedad chilena se acerca
A los caídos en contra de la Dictadura
Esa derechista y neoliberal que lleva ya largos 36 años
A sus 13 primaveras en una noche de invierno
Se quedó dormido por ahí desparramado en el piso
Tapado por sus sueños barnizados en alcohol
Tranquilizado con la aspiración neoprenina que recogió el cuerpo
Su muerte no convocó a cadenas nacionales en noticiarios
Ni tampoco fue portada en los diarios de incomunicación masiva,
Los países no lo lloraron con la histeria farandulera
Ni tampoco los Presidentes se refirieron a su temprana partida,
Sus funerales no se transmitieron en vivo y en directo
Y su tumba que no era de metales preciosos sino que de madera
No fue objeto de culto a su memoria
Desde donde podía ver la imponencia de un templo católico,
La vida que estimulaban los grandes avisajes publicitarios,
Una carretera que alejaba los pasos hacia la ciudad
En las madrugadas Maikol se dirigía a la Feria
El trabajo daba comida inmediata
Mientras los estudios en escuelas municipales, talvez
Y solo talvez
Podrían posibilitar una alimentación digna para el futuro
El niño estaba abandonado a su suerte
Su madre nunca quiso tenerlo, y el padre
Como suele estar de moda en la vida postmodernista
Resolvió por la indiferencia y el olvido
Algo similar a como la sociedad chilena se acerca
A los caídos en contra de la Dictadura
Esa derechista y neoliberal que lleva ya largos 36 años
A sus 13 primaveras en una noche de invierno
Se quedó dormido por ahí desparramado en el piso
Tapado por sus sueños barnizados en alcohol
Tranquilizado con la aspiración neoprenina que recogió el cuerpo
Su muerte no convocó a cadenas nacionales en noticiarios
Ni tampoco fue portada en los diarios de incomunicación masiva,
Los países no lo lloraron con la histeria farandulera
Ni tampoco los Presidentes se refirieron a su temprana partida,
Sus funerales no se transmitieron en vivo y en directo
Y su tumba que no era de metales preciosos sino que de madera
No fue objeto de culto a su memoria
Fernando Soto
No hay comentarios:
Publicar un comentario