“Este espacio tiene que ser administrado por los trabajadores culturales”, así de claro sintetiza Pancho Marín, de la Corporación Cultural Ex Cárcel, en entrevista concedida a Radio Placeres minutos antes de partir en Pasacalle a entregar el “Manifiesto de la Ex Cárcel” a la actual Ministra de Cultura, Patricia Urrutia, el viernes 10 de Julio pasado. ¿De qué trata?, ¿Qué se espera?
Este viernes pasado, los actores culturales porteños y regionales confluyeron en un momento cúlmine, resultado de largas horas de discusión y trabajo, preparación de encuentros y sistematización de sus resultados. Definir un modelo de organización y ocupación desde la sociedad civil para este Parque Cultural era el objetivo que hace un mes se persiguió en un cónclave con cerca de 60 organizaciones, colectivos y compañías que desde distintas expresiones artísticas: circo, danza, música, cosmovisión ancestral mapuche, pintura, entre otras, aportaban al documento “Manifiesto de la Ex Cárcel”.
Horizontalidad e inclusión, solidaridad y respeto, conceptos que resumirían la construcción de un referente que se entiende desde una nueva pedagogía que supera la competencia y el sometimiento en el que se basa la actual realidad cultural que brega por imperar en el país.
“La Cultura como un Derecho Humano y no como mercancía que se tranza en el mercado”, es la apuesta final de quienes han dado vida a una ocupación cultural que abre espacios. La voluntad y compromiso se esperan de la autoridad, la misma que salió sonriente, simpaticona y rauda con su respectiva corte de asesores, a recibir de manos de los ocupantes, las ideas que darían vida a un Parque Cultural administrado por la sociedad civil, por el pueblo que se organiza.
Este viernes pasado, los actores culturales porteños y regionales confluyeron en un momento cúlmine, resultado de largas horas de discusión y trabajo, preparación de encuentros y sistematización de sus resultados. Definir un modelo de organización y ocupación desde la sociedad civil para este Parque Cultural era el objetivo que hace un mes se persiguió en un cónclave con cerca de 60 organizaciones, colectivos y compañías que desde distintas expresiones artísticas: circo, danza, música, cosmovisión ancestral mapuche, pintura, entre otras, aportaban al documento “Manifiesto de la Ex Cárcel”.
Horizontalidad e inclusión, solidaridad y respeto, conceptos que resumirían la construcción de un referente que se entiende desde una nueva pedagogía que supera la competencia y el sometimiento en el que se basa la actual realidad cultural que brega por imperar en el país.
“La Cultura como un Derecho Humano y no como mercancía que se tranza en el mercado”, es la apuesta final de quienes han dado vida a una ocupación cultural que abre espacios. La voluntad y compromiso se esperan de la autoridad, la misma que salió sonriente, simpaticona y rauda con su respectiva corte de asesores, a recibir de manos de los ocupantes, las ideas que darían vida a un Parque Cultural administrado por la sociedad civil, por el pueblo que se organiza.
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