El 05 de Abril del 2002 los trabajadores de la Imprenta Gráfica Chilavert de Buenos Aires se tomaron la fábrica ante la quiebra planteada por sus dueños. 10 años después, siguen trabajando colectivamente y sin patrones.
El 24 de Mayo del mismo año, -cuenta Plácido, dirigente de la Imprenta-, un juez federal ordenó a la policía porteña sacar a los ocupantes. La comunidad del sector salió a defenderles y así pudieron resistir la embestida de las autoridades.
Actualmente Chilavert también cuenta con un Centro Cultural, iniciativa en la que participan vecinos y personas que se han acercado a la imprenta a prestar apoyo. Para los trabajadores, un Centro Cultural funcionando para disfrute y uso de la población, es una manera certera de agradecer a la comunidad el apoyo que han prestado durante los años de ocupación.
Además, en la fábrica se da un Bachillerato que lleva varios años, espacio de formación basado en educación popular que ha permitido a decenas de personas terminar sus estudios. Profesores voluntarios desde diversas partes apoyan una labor que entrega herramientas de movilidad social y fomenta la integración social de quienes participan.
Este año en Argentina se esta peleando una Ley de Expropiación que permitiría a Chilavert y otras empresas recuperadas regularizar su situación y con ello, continuar con el trabajo de forma más tranquila planificando a largo plazo. Por mientras, en un Estado Federado como el argentino, en la Provincia de Buenos Aires Mauricio Macri, una especie de Piñera que está a cargo de la región, ha vetado esa Ley.
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