¿Cómo llamarían a un viejo latifundista convertido en uno de los empresarios aguacateros (paltas) mas importantes de América Latina?
¿Con qué nombre se referirían a quien suele comprar, a través de un equipo de abogados, las pocas tierras con las que subsisten los campesinos de las lomas del Sur Dominicano?
¿A través de qué palabras categorizarían a un tipo que a pesar de sus millones y millones de pesos/dollares/euros, paga 75 pesos dominicanos (1.275 pesos chilenos) por día, a los trabajadores haitianos que caminan 2 horas para llegar a sus trabajos y dos horas para devolverse a sus casas y compartir con sus familias?, trabajadores que tienen que ver descontados algunos pesos de su pago, para pagar el almuerzo que se les otorga. Trabajadores que no cuentan con seguros de vida, ni cobertura de salud en caso de enfermarse, ni seguridad social para reunir para su vejez. Trabajadores que a fin de cuentas son ilegales, pues se trasladan por las montañas para laburar sin condiciones de seguridad, en trabajos extenuantes que afectan su salud, por las miserias que se paga a los desesperanzados que necesitan trabajo.
¿Cómo podrían llamar a ese “empresario” que burla las leyes con la misma facilidad con que un niño regala sonrisas?
Personalmente se me ocurren una serie de calificativos que por respeto a la Fundación en la que trabajo, no los escribo en este espacio. Más aún, cuando se ha compartido con parte de esas personas-trabajadores y se ha conocido las realidades que enfrentan, los epítetos se transforman en verdades.
Obviamente con personajes funestos como estos, la explotación y la marginalidad tienen larga vida, tranquilidad que sin gobiernos decentes ni sociedad civil empoderada en sus derechos y deberes, continuara siendo de utilidad para llenar los bolsillos de unos, mientras se les quita el pan de la boca y la dignidad de la vida a muchos otros.
Con personajes con esas características que se movilizan en su Hummer por las Lomas, no se construye una América Solidaria; con "empresarios" como estos que se repiten en Chile y el mundo con la venia de las grandes potencias, no se puede avanzar mucho en equidad y sostenibilidad.
Con Convicción y Pasión en Otro Mundo Posible
