Como bálsamo ante las aspiraciones populares ha caído la Copa América para el gobierno $hileno. Estudiantes, trabajadores y ambientalistas han tenido por las cuerdas a Piñera y a gerentes y empresarios a cargo del país. El fútbol les permite momentos de respiro, más aún en éstos minutos, cuando estudiantes secundarios y universitarios permanecen con sus centros de estudios tomados reclamando una acción efectiva del Estado para asegurar educación pública de calidad al servicio de todos y todas.
Piñera y Lavín a todas luces prefieren el lucro facilitado por un Estado que le pasa créditos a los jóvenes para que elijan una Universidad como quien opta por un par de zapatillas. Es decir, dineros no para fortalecer las universidades públicas, los recursos pueden caer en manos de privados que lucran con el cuento de las inmobiliarias, basta tener una buena empresa de publicidad asesorando.
Ahora con el fútbol, los medios de comunicación masivos olvidan la realidad y se abocan casi exclusivamente a la cobertura de una justa deportiva en la que los aspectos comerciales destacan por sobre por ejemplo, la integración de los pueblos que se unen en lo que debiera ser una fiesta, y no un desfile de publicidad para resaltar el consumo de ciertas marcas que invierten en el deporte.
El país en su gran mayoría se detiene a la hora de los partidos y la publicidad obnubila a las personas incentivándolas a comprar las últimas modas para apoyar a la roja. Estalla el patrioterismo barato y por mientras el empresario Piñera sigue bajando en las encuestas, acompañado como es costumbre últimamente, de la clase política en su totalidad.
Los estudiantes siguen resistiendo e incluso han recibido el aporte de hinchas que han sacado a colación en los despachos televisivos de cobertura de la copa, la precariedad de una educación pública que se cae a pedazos, mientras la particular y la subvencionada ven incrementar sus matriculas y con ello también sus billeteras.
El gobierno apuesta al desgaste de los movimientos mientras piensa en alguna salida medio conspirativa a lo Ensayo sobre la Lucidez de Saramago. Cruzan los dedos los políticos para que Chile salga campeón y por mientras, las comunidades se encuentran y se comunican, se conocen y se valoran las diversidades, a largo plazo se construye otra sociedad cierta, con un fútbol que viene del barrio y que estimula identidad territorial, con un deporte que incentiva el trabajo en equipo y que permite a los niños acercarse al juego por sobre la competencia.
El opio del pueblo esta tirado a la parrilla, los estudiantes siguen en las tomas ahora acompañados de un televisor para seguir la suerte del equipo. Las demandas son claras y justas, en Argentina, el hincha Carlitros Cazueli lo está recordando en cada rincón por donde lo lleven sus pasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario