Mientras estaba en la fila para votar…
… ¿Qué penoso un país cuya única decisión que toma la gente es sobre quienes los representarán en parlamento y gobierno?, se eligen a personajes en su gran mayoría elegidos ya por la cúpula partidista respectiva, las bases poco importan en las resoluciones tomadas. En países como Uruguay se plebiscitan diversos temas en donde el soberano es el pueblo, en las últimas elecciones dijeron NO a la privatización del agua y tampoco quisieron reapertura en la investigación de casos de derechos humanos.
Después de votar y camino a la casa…
… En otros países latinoamericanos sus democracias permiten que se pueda revocar los mandatos de los gobernantes que son rechazados por la mayoría popular, un par de ejemplos al respecto son Evo Morales y Hugo Chávez. También en varias naciones hermanas del continente, la sociedad entera opta por si se realizan o no Asambleas Constituyentes para pensar en las relaciones que establece un Estado determinado… siempre y cuando la derecha económica y valórica no utilice militares, como en Honduras.
Imaginando los resultados antes de almuerzo…
… De acuerdo a todas las experiencias de elecciones vía sufragio universal, cuando los pueblos se niegan con sus justas razones a participar de la “fiesta democrática”, avanza fuertemente la derecha y la extrema derecha en la representación de la ciudadanía, y so facilita la construcción de leyes acorde al ordenamiento que buscan esos personajes: privatizar todo lo que puedan para engrosar más sus billeteras y perseguir a quienes queremos otro tipo de sociedad, más justa, digna e igualitaria.
Para mí esto de las votaciones es algo más bien instrumental, la construcción del verdadero poder popular esta en la organización, formación y comunicación desde las bases, la generación de nuevas prácticas y con ello nuevos paradigmas, y eso, es un poco más simple cuando los que están arriba en algo comparten los intereses populares o en el mejor de los casos, son los representantes que nosotros elegimos. Que lo diga Bolivia, Venezuela, Ecuador y los países que están zafándose de la peste neoliberal, esa misma que a nosotros en Chile nos dio refuerte y que nos equivocamos con remedios más rotulados: Concertación.
René Squella Soto
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