lunes, 29 de enero de 2018

Mantener la Desigualdad: La estrategia para que todo siga como siempre

Personalmente creo que la desigualdad entre las personas para satisfacer sus necesidades básicas y tener una vida digna es una de las peores manifestaciones del Modelo de Desarrollo que sigue Chile -y la gran mayoría del planeta-. Relaciono desigualdad con violencia, con delincuencia, con precaria educación, salud y vivienda; pero también con la capacidad de incidir, decidir y hacer en el propio territorio y con las propias vidas, es decir, participar activamente en la toma de decisiones y acciones que se desarrollen para la vida en sociedad y en relación con nuestros entornos artificiales y naturales.

La primera de las desigualdades, es una de las más visibles y la que en realidades economicistas, la que adquiere mayor connotación. La desigualdad económica en Chile, es de las más vergonzosas a nivel mundial. Aquí la legislación es un paraíso para que los Capitalistas hagan sus trampas birlando recursos que el Estado podría utilizar en infraestructura pública o satisfacción con calidad de derechos sociales, por mencionar algo. ¿O porqué no en Turismo Comunitario?, ¿O Supermercados Populares?, ¿O desarrollar Medios de Comunicación Alternativos con esos recursos que se pierden porque las grandes fortunas tienen los espacios para hacer trampas y asegurar así una más grande cantidad de dollares?. Aquí entiendo que el aspecto impositivo de los Estados es un elemento redistribuidor importante, como también el "esfuerzo" privado de equiparar condiciones laborales.

La segunda es más compleja, pues es también más global con fuertes expresiones en lo local, sea país, región, comuna, escuela, oficina o casa. Es la desigualdad en la participación efectiva de establecer y desarrollar lo que haremos con nuestros territorios y nuestras vidas. Es la Participación en la construcción de ciudad, en la creación de cultura, en la designación de presupuestos, en las decisiones del Hogar, en las editoriales de los Medios de Comunicación, en las directrices de los trabajos, en las vocaciones territoriales, en los usos del agua, en el tipo de educación que necesitamos ante las realidades ambientales, culturales y económicas en la que nos encontramos y un gran etc. Es asumir el desafío de romper los monopolios, oligarquías y cofradías en la toma de decisiones, es atreverse a ser parte activa de las riendas de nuestras vidas.

Hoy, ante la pudrición de las instituciones por la corrupción, conflictos de interés y escasos espacios de participación efectiva, las personas en su gran mayoría poco se ven interpeladas a asumir la responsabilidad de ámbitos importantes de su existencia, más que mal, se nos ha enseñado a que el Mercado -o el Estado o Dios- son los responsables de ella, y claro, poca participación tiene las personas, comunidades y organizaciones de la sociedad civil en el derrotero de sus vidas.

Podemos avanzar mejor hacia la superación de las groseras desigualdades económicas, enfocando un trabajo quirúrgico de transformar institucionalidad, legislación, educación e infraestructura, y así facilitar la participación de personas, grupos y organizaciones en la gestión de los territorios, el modelo de desarrollo que se asuma, y las propias vidas. Con mayor poder de las comunidades, pueblos y grupos organizados, las desigualdades económicas no se mantendrían como hoy... 

... no por nada los poderosos de siempre hacen golpes de Estados duros o blandos para evitar a políticos que osen querer avanzar en esos aspectos relevantes de la existencia de las sociedades actuales.

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