lunes, 20 de noviembre de 2017

Una parte del camino. Ahora viene lo complejo, la subida


"Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor" Salvador Allende

Tuvieron que pasar las generaciones destrozadas por la ferocidad de la Dictadura Cívico – Militar para comenzar a recomponer las fuerzas y las heridas, para volver a construir las confianzas y las articulaciones que el tejido social permite cuando se encuentra y dialoga, cuando genera prácticas que van dibujando otras maneras de relacionarse con personas, grupos y naturalezas.

Los y las secundarias que se rebelaron en el 1er Gobierno de Bachelet en el 2006, generación de hijos y nietos de aquellos traumatizados por la cruel Dictadura, colocaron las primeras semillas de transformación gracias a la recolección de esfuerzos colectivos realizada en la transición a la Democracia. Fueron ellas y ellos también, que el 2011 por causas educacionales y ambientales animaron a repletar las calles para indicar los caminos que necesitan los pueblos para avanzar hacia dignidad, felicidad y justicia. El 2011 estaba Piñera quien dió el empujón gracias a su tozudez neoliberal de hacer de todo un negocio, algo que se transforme en un Bien de Consumo como la Educación, o Naturaleza transformada en un Recurso explotable para generar energía y riqueza, como Hidroeléctricas en el Sur o Termoeléctricas en Punta Choros.


El 2011 se dijo que se debía seguir las vías institucionales, en ese momento bajo lógicas binominales. Por mientras, el movimiento se desbordaba en las calles de la mayoría de las ciudades del país y la adhesión a la causa estudiantil bordeaba el 90% de la población, con eso, se empujaba a los legisladores a trasformar los marcos regulatorias y volver a reforzar la educación pública junto con garantizar su gratuidad. Al finalizar el Gobierno de Piñera, con los estudiantes convertidos en un actor político relevante, Bachelet asume las principales causas y sale elegida prometiendo los cambios que se exigían desde las calles a la administración Piñerista.

Sale Bachelet elegida y también salen algunos Dirigentes Estudiantiles de los que se habían levantado contra Piñera y la Educación de Mercado, la Educación de Pinochet. Un par formará el Frente Amplio y otro par del Partido Comunista, sumará al oficialista Nueva Mayoría. Habían entrado de lleno a las vias institucionales. Incluso algunos de Revolución Democrática participaron en el Ministerio de Educación los primeros años de Gobierno.

Recién iniciado el 2do Gobierno de Bachelet, se desata el Incendio en Valparaiso (2014), los estudiantes nuevamente y el Movimiento Social Porteño, se transforman en un actor político relevante ante la emergencia, sería eso, y un proceso altamente participativo que incluyó una primaria ciudadana, parte del caldo de cultivo que el 2016 tendría como hito la obtención de la Alcaldía Ciudadana con Sharp como Alcalde y un par de Concejales. Se seguía alimentando la alternativa al deslavado duopolio, mientras reinaban los casos de corrupción en leyes, de boletas falsas, de vínculo entre dinero y política para beneficiar a los mismos de siempre.
¿Libremercado?

Y así, con esos elementos llegamos a éste pasado 19 de Noviembre. Con pocos recursos económicos pero trabajadores equipos de voluntarios, se cosechó una labor lenta que va sumando fuerzas y se va robusteciendo. Crecen sus músculos porque son construcciones colectivas, porque se intenta resolver las cosas desde el diálogo directo y franco y no desde las cocinas o las cúpulas a las que acostumbran los partidos tradicionales. Así, se consolidó el FA como 3era fuerza política y con proyección de crecimiento, oportunidad para que desde el Parlamento, se comience a transformar la institucionalidad que sirve al Modelo Actual y por medio de una Asamblea Constituyente, se piense un país para el futuro desde el encuentro de todos los actores que lo construyen como tal.

Humildemente creo, ahora el Frente Amplio tiene que seguir apuntando al trabajo territorial y de base, no solo construyendo las demandas sino que facilitando las acciones que van permitiendo la subverción del sistema por medio de lógicas distintas a las relaciones capitalistas que para todo, se emplea hoy en día. Apuntar desde los territorios al gobierno local y hacer desde ahí, junto a los movimientos sociales y territoriales, parecería una estrategia relevante para ir desmantelando esta institucionalidad que sirve a los intereses de muy pocos y que tiene que crear nuevos caminos que superen las vías ya conocidas de más mercado para resolver las necesidades de las comunidades. Entregándole poder de decisión y acción a las comunidades y actores que habitan un territorio, avanzamos en procesos de autonomía, así descentralizamos y desconcentramos poco a poco el poder.


Como dato de la elección relevante, debemos resaltar que aún la participación no es capaz de llegar al 50% de la población y sigue la tendencia a la abstención y la delegación de la elección de autoridades en una minoría que vota. Ni siquiera el Frente Amplio ha sido capaz de motivar mucho una mayor participación en éste ámbito, pues al parecer, más bien ha cosechado el voto desencantado de castas y partidos políticos que usaron el Estado como botín y agencia de empleos, en vez de utilizarlo para distribuir riqueza, asegurar servicios y estimular calidad de vida. Aquí todavía el Frente Amplio tiene un desafío importante y creo, uno de las principales tareas y responsabilidades.

Bien de todos modos el Frente Amplio y feliz por esa coalición, a no traicionarse y saberse oposición de quien salga elegido en 2da vuelta. El trabajo es lento y aún falta mucho para ir generando las bases sociales que sostendrán un proyecto emancipador que apunte a la felicidad y calidad de vida de todas y todos superando el neoliberalismo.

Creo que llegó la generación que está abriendo esas grandes alamedas. Una gastada y violentada sociedad, y una destrozada naturaleza, la estaban esperando.

@ReneSquellaSoto

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