La cámara de diputados Chilena aprobó la hipoteca del mar austral chileno por parte de las salmoneras a los bancos acreedores. Ahora viene el Senado, pero con los representantes que se tienen, y con la poca fuerza que tiene el movimiento que defiende el mar -algo no por ello poco valorable y dignificante de su parte-, no se augura un buen futuro para un bien que debiera seguir siendo público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario