
Eramos los elegidos del sol 
y no nos dimos cuenta 
fuimos los elegidos de la más alta estrella 
y no supimos responder a su regalo 
angustia de impotencia 
el agua nos amaba 
la tierra nos amaba 
las selvas eran nuestras 
el éxtasis era nuestro espacio propio 
tu mirada era el universo frente a frente 
tu belleza era el sonido del amanecer 
la primavera amada por los árboles 
ahora somos una tristeza contagiosa 
una muerte antes de tiempo 
el alma que no sabe en que sitio se encuentra 
el invierno en los huesos sin un relámpago 
y todo esto por que tu no supiste lo que es la eternidad 
ni comprendiste el alma de mi alma en su barco de tinieblas 
en su trono de águila herida de infinito.
Vicente Huidobro
Vicente Huidobro
Con Convicción y Pasión
HVS
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