Los responsables de la violencia

Explotó Chile por la desigualdad, por el abuso del clasismo Chilensis, por la corrupción de los políticos, por la precariedad de la vida de las grandes mayorías, vidas aquellas, entregadas a la individualidad y competencia de la sociedad de consumo, esa que estimula un feroz exctractivismo que destruye los territorios, que multiplica zonas de sacrificio.

Ahí, en ese escenario llamado Oasis por Piñera antes del 18-O, ahí estalló como olla a presión la violencia estructural del modelo de desarrollo impuesto en Dictadura y facilitado por una Constitución a la medida del poder empresarial y la privatización de servicios, bienes comunes y todo lo que pudo agarrar el capital desde el burocrático Estado. La Concertación y luego la Nueva Mayoría, resultaron meros administradores de un Estado debilitado, favoreciendo al poder empresarial que amablemente les financiaba sus campañas, raspados de la olla incluídos.

Hoy, esos capitalistas no quieren soltar los beneficios de sus negocios, y están dispuestos a pagar cualquier precio para evitar la transformación del neoliberalismo que a ellos, una pequeña parte de la población, ha beneficiado. (sigue)

Y así tenemos a jóvenes y adultos que se manifiestan y juntan rabia porque vieron morir a familiares y amigos en el Sistema Público de Salud, como el caso de Amelia en Valparaíso, de casi 2 años, quien murió por falta de camas en el hospital de la ciudad. Si hubiera tenido dinero su familia, aún estaría creciendo con sus padres. ¿No es indignante y violento ello?, que clínicas privadas se estén llenando los bolsillos pues el Estado prefiere pagarles a ellas los servicios en vez de invertir en nuevos centros hospitalarios, insumos y personal.

Hoy a los que salen a las calles le están tirando a los ojos, les están cegando.

Y así tenemos a personas que salen a protestar a las calles por sus padres y abuelos que. o viven pensiones de miseria, con medicamentos de los más caros del mundo, es decir, una vida altamente precarizada; o bien tienen que trabajar en vez de disfrutar la jubilación. Por mientras los grupos empresarios más importantes de Chile están usando parte de los dineros de ellos para invertir, sacar rentabilidad, etc Pues las AFPs no darán una buena jubilación (para lo que estaban pensadas), pero se ayudan a capitalizar bastante a abnegados empresarios como Luksic, Paulmann, Matte o Angelini.

La calle pide la renuncia de Piñera y de todos los parlamentarios para iniciar de verdad, una transformación de lo que queremos como país para los próximos 30 a 50 años, considerando crisis ambiental, energética y alimentaria. Algunos parlamentarios especialmente del Frente Amplio y el PC han levantado esa demanda.

Y así tenemos a los que salen a tomarse los espacios porque están recibiendo una educación secundaria mediocre, debido a que las autoridades no invierten los recursos necesarios en trabajadores, infraestructura y elementos pedagógicos, pues prefieren que otros hagan negocio con ese derecho; o también a jóvenes profesionales que salen endeudados con empresarios que lucraron con la educación convertida en un bien consumo.

Pero la clase dominante tiene a su 1era Línea también, las policías, esa misma que deja a ultraderechistas destruir y rayar de noche a vista y paciencia, o que les escolta en sus marchas sabatinas mientras andan encapuchados emulando a sus adversarios (Recordemos que existe una ley antiencapuchados, que mágicamente para esos manifestantes no aplica)

El neoliberalismo nació en Chile y morirá en Chile, es uno de las ideas fuerzas que se han escuchado a propósito de la rebelión popular por mayor dignidad, estabilidad y calidad de vida. Eso nació con la figura de Pinochet y morirá con una generación que no es derrotada por el miedo de la violencia policial y la grave vulneración a los derechos humanos que ejerce la autoridad a través de la policía.

Los responsables de la violencia actual y de la destrucción de varios espacios es el Gobierno de Piñera, quienes en vez de responder a las demandas ciudadanas, se ha dedicado a administrar -y estimular vía montaje, infiltrados o amiguetes narcos- la violencia callejera, esa misma que le ha servido con la complicidad de parte de la "oposición", para generar rápidamente leyes represivas, y para vía medios de comunicación masivos, deslegitimar las justas demandas que hace casi 5 meses se están haciendo en la calle, a un gobierno sordo que solo se limita a hablarle a la extrema derecha y a los verdaderos responsables de ésta violencia, pues no quieren ni un ápice, perder poder y privilegios.