Día 9 de Cuarentena con teletrabajo y clases on line, solo se sale para comprar una vez cada 3 días. Queremos evitar lo máximo posible colapsar un sistema de salud público precario, creemos que de aquí y durante algunas semanas, éste se verá desnudo en sus limitaciones y penurias. La Constitución de Pinochet estimulaba que la Salud se convirtiera en un negocio, por ello también el abandono estatal al aparato público de salud.
Por su parte, el Gobierno de Piñera durante esta catástrofe sanitaria optó por resguardar la economía por sobre la salud de la población. Nada nuevo en un país ultraneoliberal. La propiedad privada es más importante que un Derecho Social básico. Tanbién prefirió sacar a militares a la calle para resguardar hospitales, farmacias y supermercados, ¿Temerá Piñera que quienes no tienen comida y deban estar encerrados, desesperados saqueen dichos espacios?. ¿No será mejor una robusta política pública al respecto con Canasta Básica según integrantes de la familia, y un gran gesto de "generosidad" de los empresarios que controlan los servicios básicos de la población para dejar sin efecto las cuentas que se pagan a empresas que facturas millones año a año?
No quisieron implementar controles severos en aeropuertos y puertos, no hacen seguimiento de cuarentenas obligatorias para personas con la enfermedad y quienes están expuestas al virus, se realizan pocos test para saber si uno es portador asintomático que solo reparte el bicho. Estamos repitiendo la receta de Italia y España, pero sin la cantidad de camas, profesionales, técnicos y recursos que se entregan en esos países
No se hace la Cuarentena que pide el Colegio Médico, quienes sabiendo lo que se les avecina debido a la irresponsabilidad con la salud pública de TODOS los Gobiernos post-Pinochet, llama a ser extremadamente cuidadoso debido a la alta tasa de contagio que tiene el CoronaVirus. Me siento en una película de ciencia ficción esperando que no se transforme en Mad Max, o en una Novela de Saramago en alguno de sus ensayos.
Lo Neoliberal y la Constitución Pinochetista (unidos como siameses), mostrarán cruelmente lo que sucederá con la salud, economía y cultura de todo el país durante los meses de la pandemia más severa de los últimos 100 años y venideros. La solidaridad será fundamental, la capacidad de levantarnos nuevamente pero esta vez, aprendiendo del desafío que implica pensarse una nueva relación con la naturaleza, una nueva matriz productiva en base a servicios, nuevas interacciones entre las personas, sabiendo que de un momento a otro, nos pueden quitar el abrazo, o como en Europa, despedir a tus seres queridos.
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