Como al Municipio de Valparaíso le dio por explotar el tema cultural para potenciar un polo de desarrollo que se una a lo patrimonial, empezó a mirarse hacia dentro, y encontró así, al Club de fútbol más antiguo que hay en el país, Club Deportivo Santiago Wanderers.
Y lo festejó éste Jueves recién pasado con bombos y platillos, con la pirotecnia que les gusta a algunos, show que permite esquivar la mirada de lo realmente importante, guiar la atención hacia aquellas cosas que son más bien superfluas, pero que “unen” a la gente.
Y así se hizo una murga por las calles céntricas de la ciudad. Banderas, bombos y carros alegóricos. Los Panzer (barra oficial del Club) animaban el evento y los cánticos encontraban eco en unx que otrx transeúnte. ¿El escenario para el evento artístico?, la reciente re-inaugurada Plaza Salvador Allende, la Plaza del Pueblo.
Y mientras pasa la fiesta conmemorativa, el Club esta sumido en una crisis futbolística de proporciones. Los números, y peor aún, el fútbol demostrado, nos hace posibles integrantes de la Tercera División del balompié nacional. Los accionistas del Club -en su mayoría UDI-, deben estar de muerte, invirtieron no porque les interesaba el Club o la Ciudad – Puerto, invirtieron porque saben que el Club es una buena marca, y por ende, puede rendir créditos económicos importantes…
… pero la realidad esta diciendo otra cosa, el equipo va a los tumbos, los hinchas se desesperan, y los inversionistas estudian como sacar al equipo del fango. Sus billetes y sus comodidades están en juego. Para otros, el honor y la dignidad es lo que se juega cada fin de semana.
Con Convicción y Pasión
HVS
TA
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