El pasado 24 de marzo, de todas partes del gran Buenos Aires, cientos de miles de personas se congregaron y llenaron las principales avenidas para conmemorar un año más de la última dictadura militar Argentina, ocurrida el año 1976.
Las convocatorias fueron 2: - Por un lado aquellas organizaciones de izquierda que están descontentas con las políticas neoliberales de los gobiernos de centroizquierda de la familia Kirchner. Ellos y ellas, se reunieron a las 14 hrs para movilizarse hacia la Plaza de Mayo.
- Por otro lado, las organizaciones oficialistas del gobierno de Cristina Fernández, incluidas la gran mayoría de las agrupaciones que se relacionan con la defensa de los DDHH en Argentina.
La ocasión también es oportunidad para permitir que las paredes hablen... y recuerden.
Mujeres por años y años buscando el destino de más de 30.000 detenidos desaparecidos que se llevaron los militares, ellos y ellas querían construir un país que alcanzara para todos y todas.
Las manifestaciones artísticas en una concentración de más de 1 millón de personas fueron múltiples y todas tenían por motivación los derechos humanos.
Chicos y grandes, de todas las edades y pieles y religiones y equipos de fútbol se veían en una jornada iluminada con un potente sol y ataviada por una multitud que copaba decenas de avenidas y calles aledañas a la casa de gobierno.
Mucha música entregada por murgas y candombes, vientos y percusiones que llenaban el ambiente con la esperanza de ahora, avanzar hacia las responsabilidades civiles de quienes sustentaron los años de terror de la dictadura militar.
Las y los Chilenos participaron también de la manifestación y aprovecharon de seguir desnudando el sistema de mercado que rige nuestra educación y la verdad, la vida casi completa. Exiliados por la educación, PRESENTES!
Ante una policía que no merodeaba mucho la manifestación, la seguridad de cada una de las agrupaciones que marchaban corria por cuenta de los mismos militantes.
En ocasiones incluso la tensión se sentía en el ambiente, un bando por cada lado y los palos dispuestos a defenderse y repeler cualquier ataque.
Algunos, no olvidan a los primeros desaparecidos: los pueblos originarios exterminados por la caridad del hombre blanco.
Los actores también recordaron a sus muertos y desaparecidos.
A eso de las 22 hrs. se acaba una jornada que congregó a más de 1 millón de personas alrededor de la Plaza de Mayo. No hubo barricadas ni policías golpeando y persiguiendo a la gente. No hubo guanacos y reporteros lesionados.Ahora en Argentina, país en que se ha avanzado fuertemente en Derechos Humanos -por lo menos en contraposición de Chile-, quedan un montón de pendientes que debieran resolverse a beneficio de los pueblos y no de los inversionistas.
Agronegocios y el monocultivo de Soja, el extractivismo de recursos naturales, un sistema de transporte paupérrimo, la extranjerización de la economía, sistema tributario regresivo, son solo algunos de los mandatos que la comunidad le hace a la Presidenta y su equipo ejecutivo.
Algunos esperan que siga por la misma senda, otros quieren que doble a la izquierda otro poco y así dejar atrás de una vez por todos el modelo neoliberal que tanto daño ha hecho y tantas vidas se ha llevado.
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