Anduvimos de paseo en el inicio del invierno por el Cajón del Maipo. Ante la sequía y las esquivas lluvias, el paisaje era desolador en cuanto a la existencia de nieve. Por otro lado, entregaba su grandiosidad en montañas, tímidas cascadas y una escuálida expresión del Río Maipo.
Pero esa majestuosidad de la naturaleza que alberga ecosistemas y biodiversidad, para otras personas, son simples recursos naturales dispuestos para el (ab)uso de las necesidades que se planteen las sociedades. Necesidades que sabemos hoy en día, están influenciadas por un aparato publicitario que incentiva al consumo desenfrenado, un sistema bancario que se encarga de hacer posible el consumo, y una educación mercantilizada que nos lo propone como estilo de vida. Sumándole allí, en el espacio formal de formación, la competencia y el individualismo.
Y el Cajón del Maipo cayó en esas manos, mentes y corazones. El grupo Luksic, necesitados de energía económica para satisfacer la demanda que genera su industria extractivo minera, se pone como aliciente principal para que una transnacional gringa conocida de Bachelet, vea la oportunidad de un negocio lucrativo en la generación hidroeléctrica de la energía que requiere una de las familias que como un juego de Monopoly, vendría a ser casi dueño del país con otros "conspicuos" clanes.
Aes Gener, ya negoció con la empresa sumistradora de agua potable "aguas andinas" y sigue avanzando en el juego. La comunidad por su parte se organiza para oponerse y detener la construcción de ésta central que pondría peligros al suministro del vital elemento a la gente de la región metropolitana. Simple, es mejor negocio -más rentable- vender energía con lo que puede generar un río, que alimentar la sed de más de 5 millones de personas.
El gobierno, como siempre a partir de la Dictadura Militar, práctica el arte de la genuflexión con quienes les financian sus campañas políticas y estilo de vida de ricos y famosos. Se coloca el aparataje público para sanear el despojo de los bienes comunes y sus funcionarios terminan convirtiéndose en empleados del financista de turno. De cuando en vez el sistema judicial se pone sensato y defiende más el bienestar de las comunidades que el derecho a lucro.
La irracional idea de progreso o crecimiento permanente con un planeta finito en bienes, encuentra en la triada Luksic - Aes Gener - Gobierno de $hile, uno de sus ejecutores más fervientes. Quieren convertir el Cajón del Maipo en un pila para una de las tantas empresas del clan de origen croata.
La codicia no solo ciega, también enloquece.
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