Y no solo se pierden especies, sino que también espacios públicos que sirven para que familias, amigos y parejas se diviertan y compartan, en especial los fines de semana. Más que mal, se dice que alrededor de 4 mil personas concurren a las Dunas los fines de semana.
En la ocasión, junto con contar con el apoyo de artistas porteños y locales, se dieron a conocer los resultados de la campaña de recolección de firmas. Más de 47.000 se reunieron, superando las 25.000 que se tenían como meta.
Ahora con las firmas, se le pedirá al Empresario-Presidente que envíe un proyecto ley que permita la expropiación de los terrenos y así resguardar el santuario natural de la voracidad inmobiliaria y los 22 edificios que se quieren construir en el sector.
El Proyecto Ley se tendría que votar en el Parlamento, y al parecer, en esta oportunidad, todas las bancadas estarían defendiendo a las Dunas. Con el rechazo que tienen los políticos en la mayoría de los electores, no resulta extraño que se sumen a algunas peleas que no transforman el sistema. El mismo apoyo podría y debiera tener Hidroaysén, la Educación Gratuita y la Nacionalización del Cobre, por mencionas situaciones que tienen una enorme mayoría de apoyo ciudadano.
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