En este Septiembre han habido días soleados y para el inicio de la primavera que mejor que reunirse a trabajar con la tierra, ha humedecerla y revolverla, a alimentarla.
La idea es sembrar semillas de distintos alimentos y plantas que reverdezcan los patios y espacios, motivar a que se pueda uno relacionar con la naturaleza y sus ciclos, entenderse y asumir ritmos más naturales.
El uso de almácigos para crear las mejores condiciones para el desarrollo de las semillas resulta un buen elemento. El futuro de sol y agua harán su parte.
Las secadores solares y la producción casera de cáscaras secas para infusiones o acompañar los té.
La labor conjunta en el trabajo de tierra fue un buen momento para compartir con personas que guardan un cariño especial por la naturaleza, quienes se conmueven hasta las acciones con la destrucción absurda que el sistema genera sobre la pachamama. Cambiarlo se transforma con el tiempo, en algo de vida o muerte.
En Chile y el mundo resalta el tema de la soberanía alimentaria, acá se intenta legislar para permitir las patentes en las semillas por parte de grandes transnacionales, y también para dar luz verde a los alimentos transgénicos en la dieta de l+s chilen+s.Otros muchos y me atrevo a decir la mayoría, estamos remando para el otro lado, estamos escuchando los ritmos de la naturaleza.
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