Y lo digo como una certeza y no como una quimera, una realidad futura que dependerá de la educación y formación que nos entreguemos, los canales informativos por los cuales nos comunicaremos, y la capacidad organizativa horizontal y participativa que podamos construir entre iguales.
El concepto no es novedoso ni mucho menos, hace alrededor de un año me debe haber llegado un texto de Marcel Claude, economista Chileno, en el cual se explayaba sobre un manifiesto ecosocialista, documento en el cual se habla sobre como a Chile lo han convertido desde los Chicago Boys en un territorio donde el amo y señor es el mercado, incluido en el agua, cosa bastante rara a nivel mundial debido a lo estratégica de su posesión. Además, obviamente, resume un sin fin de postulados básicos que debiera tener un nuevo sistema que permita la sabia administración de los recursos para el beneficio de todos y todas.
Y la verdad, esa sabiduría no es muy del otro mundo, el asunto para avanzar en sociedades que puedan sostenerse en el tiempo sin destruir a la humanidad por falta de hábitats adecuados, es simple y por ahora solo me refiero a dos:
1.- Redistribución equitativa de las riquezas de los países a través de un Estado que controla junto a los trabajadores en partes equitativas, los sectores productivos estratégicos en beneficio de una mayoría nacional que corresponde a todxs los habitantes que se encuentren en un territorio. Es decir, los empresarios y las multinacionales que se hicieron de las empresas estatales para el lucro propio mientras reinaba una dictadura –pillines-, deberán devolver las posesiones, pagándoseles lo que se llegue a acuerdo para que no alardeen tanto.
Esa distribución no estará centralizada y monopolizada por un núcleo principal, pues las producciones estratégicas tributarán en las regiones desde donde se obtienen. Lo anterior, significa obviamente, que en un gesto mínimo de democracia, las autoridades regionales serán elegidas por quienes viven en la región siempre y cuando sean mayores de 16 años.
2.- Un nuevo Hombre Nuevo como diría el Che, personas que viven bajo una lógica de convivencia y armonía con la naturaleza y los recursos y energías que ella nos provee. Nuevas mentalidades que no piensan en la inmediatez sino que piensan en las generaciones futuras y en los otros seres vivos que cohabitan con nosotros esta gigante casa que le llamamos tierra. La sostenibilidad ambiental y social estará siempre por sobre los intereses económicos, y en ello, la opinión de la ciudadanía y de las academias serán tan importantes como las de economistas y políticos.
Lo anterior, inobjetablemente, depende de importantes cambios que deberá tener la vida humana, cambios que se tornan conscientes y no impuestos, pues la televisión cumple un rol educativo complementario al de la familia y la propia Escuela. Dentro de esos cambios, por ejemplo, situamos a las conductas alimenticias y el acceso a alimentarse soberanamente que tiene cada pueblo, teniendo agricultura limpia que posibilita el consumo de todos y cada uno de los nutrientes que necesita una persona para desarrollarse física, mental y espiritualmente de forma sana.
Nadie dice que esta fácil el asunto, pero hacia allá encaminaremos los esfuerzos todxs quienes confluyen en esfuerzos por sociedades justas y dignas para con sus gentes y su tierra, más que mal, no todo esta dicho y el Ecosocialismo se construirá y se vivirá desde las bases, desde lo local y cotidiano, desde la certeza que es un camino que se sitúa en la vereda de la vida.
Por René Squella Soto
Programa Aire Puro, Radio Placeres
sábados de 12 a 14 hrs. en el 87.7 fm
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