La policía como siempre, mostrándose con esa fanfarronería que la otorga el apoyo irrestricto del poder político, económico y religioso que gobierna el país hace ya 35 años. Micro, Zorrillo y Guanaco daban la bienvenida a quienes se acercaban a eso de las 9 de la noche por el escenario del segundo piso porteño.
Saqué cámara, tomé un sorbo de Ron, y me acerqué a sacar fotos de la situación tapándome detrás de un auto, de las botellas que a goterones se hacían caer. Alcanzo a hacer un click con la vieja cámara, y un verde tapado hasta el cuello se acerca a preguntar que estoy haciendo. “Sacando fotos de la situación”, le respondía mientras había llegado otro paquito de xuxa, quien tomándome la cámara repetía: “Y pa´qué querís sacar fotos weón”
Cuento corto, 4 pacos (uno me pegaba magistralmente pequeños golpes con su bastoncito), para quitarme la cámara y evitar fotos de la situación. La resistencia fue acompañada por amigos que se acercaron a defenderme y sacarme de una situación que pudo haber terminado en sacada de chucha en una de las zapatillas. Más que mal, ya sabemos la clase de “ser gente” y “hacer sociedad” que tienen estos locos formados para la represión y cuidar el capital de los poderositos de siempre; ya lo saben especialmente lxs Hermanxs Mapuches que resisten en el sur, los embates de la policía que cuida por mandato político de la Concertación las tierras usurpadas por privados con engaños y violencia. Como siempre, el diálogo de la violencia continúa negando derechos…
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