El Presidente de entonces, accede al restablecimiento del orden. El General Silva Renard, ante la multitud agolpada en la puerta de la Escuela, ordena los disparos que se suceden una tras otro, cayendo uno tras otro las mujeres, hombres y niñ@s que se encontraban luchando y vociferando por sus derechos.
Era tan justo lo pedido y tan poco, como dice la Cantata de Luis Advis que instrumentalizara Quilapayún.
La Escuela Santa María hoy se sabe, será demolida. Se construirá otro complejo educativo en sus terrenos mirados por el Mercado local Iquiqueño. El olvido intentará nuevamente ser parte de la escasa memoria que acompaña al país...
... perdiendo cuidado, pues aquello que se olvida puede nuevamente ser realizado.
Las lágrimas siguen cayendo mientras hoy nos encontramos recordando los hechos acaecidos hace 100 años. La esclavitud de ese entonces se vive con las condiciones de trabajo de las temporeras en los campos, los trabajadores del retail en supermercados como Líder, aquellas que laburan en las enriquecidas salmoneras del sur del país.
Aún quedan razones puras porque luchar, aún tenemos las manos duras con las que podremos ganar.
Con Convicción y Pasión
HVS
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