domingo, 12 de agosto de 2007

El placer de observar... solo mirar

Que gran exquisitez el permitirse mirar a tu alrededor -debe ser la deformación como Psicólogo-. No solamente personas que observas, sino que también paisajes que se crean y se te quedan en la retina como viviendo en cada rincón de el.

Paisajes creados por el hombre pero que te dan esa sensación de plenitud cuando sus elementos se complementan con la naturaleza. Como este atardecer que va ensombreciendo el paisaje costero y escondiendo a las personas que son parte del escenario.


Paisajes naturales, esos que poco han sido intervenidos por la garra humana que intenta capitalizar cada rincón de nuestro planeta. Así como si todo fuera negocio o simbolizara una oportunidad para continuar con nuestro estilo de vida acumulativo, hedonista y destructivo.


Paisajes naturales que respiran y palpitan, pero que en muchas ocasiones y en especial en los países del sur del hemisferio, se convierten en basureros de las mierdas que generamos las pasteles "personas", en sus ríos y mares, en sus aires y tierras.

Es como si quisiéramos vernos sumidos por el goce actual, en futuros escenarios carentes de naturalidad. Esa que te regala mares de fondo acompañados por árboles rojos (Framboyán), entre miles de millones de alternativas que uno encuentra cuando camina y la rapidez no agita tus pasos.


Las ciudades todas también son pasivamente mirables, intentando reconstruir las historias que estas tienen, rescatar cada uno de los rincones que se pueden encontrar. En Santiago, San Juan de la Maguana, Cuba, Puerto Príncipe, Valparaíso, Limache... en todos los lugares si nos detenemos y observamos tomamos fotografías y las recordamos.

... también, en todos los lugares, si observamos bien y acercamos la mirada, reconocemos las injusticias que produce lo que algunos contradictoriamente llaman, "modelo".

Con Convicción y Pasión

Movilización Nacional el 29 de Agosto

Todos a reivindicar a la calle nuestros derechos. Ese, es nuestro deber.

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