El Deber de Actuar... y dejar de solo hablar

El país no está funcionando para todos. El Transantiago es una bestiada de los tecnócratas que no han viajado hace mucho tiempo en transporte público. El gobierno de la Socialista de Bachelet no trabaja fuertemente en la integración latinoamericana porque quiere ser parte de "las ligas mayores" y los "poderositos de siempre". Hay debates por sueldos mínimos éticos pero nadie debate sobre sueldos máximos éticos. La leche y los productos lácteos están caros, al igual que el pan y las verduras. El sistema binominal excluye y no se ha hecho nada para cambiarlo. A Valpo se lo quieren cargar con el Borde Costero inmobiliario.

Tantas, pero tantas quejas y palabras que se vociferan a los vientos gélidos, como si estos pudieran congelar los dichos y recién ahí cogerlos en la realidad. Mesas de encuentro, debates y exposiciones varias. Conversaciones tras conversaciones, diagnósticos tras diagnósticos.

Es bueno y sano hablar, superar las diferencias a través del diálogo social...

... pero pasa que no tenemos eco en instancias de gobierno, se nos deja decir pero no participar en las grandes transformaciones que requiere el país, acogiéndose leyes y normativas que después, terminan beneficiando a los mismos de siempre. Dicen, que para mantener el equilibrio y la estabilidad.

Entonces dejamos de hablar y pedir reuniones en donde se nos dice lo que queremos escuchar. Y comenzamos a actuar.

Denunciamos acontecimientos a la opinión pública pues los medios de comunicación masivo juegan cargadamente para nuestro adversario sistema y todos quienes lo intentan perpetuar.

Nos tomamos las calles para poder decir "Aquí estamos". Para demostrar nuestra fuerza por medio de actos cívicos de demanda popular justa, para poner de manifiesto nuestro descontento cuando los gobiernos hacen el país a espaldas de su pueblo pero de frente a las empresas y los secuaces políticos que las defienden y se benefician de ella.

Hacemos nuestros los espacios públicos para a través de artes, movilizar conciencias, entretener e informar, o simplemente realizar una fiesta comprometida con los Derechos Humanos que otros, están dispuestos a sobrepasar únicamente por ambición de dinero, posición o poder.

Dejamos la queja y el reclamo, por acciones.

Por participar de la construcción de país; solidarizando, generando redes de trabajo, manifestándose en las calles de manera creativa y bulliciosa, tomándose los espacios públicos, denunciando las mentiras y las malas prácticas, siendo parte de Juntas Vecinales u otras muchas posibilidades de acción conjunta, uniéndose para tener mas fuerzas.

Pasamos de la palabra a la acción. Ya no basta con rezar decían hace algún tiempo los curas comprometidos con cambios sociales. Hoy, ya no basta con hablar.

Miércoles 29 de Agosto

Movilización Nacional por los Derechos... es nuestro Deber

Con convicción y pasión