El Rodeo de Villagra se realiza desde 1966 en la Isla
Robinson Crusoe. Se lleva a cabo en el fértil Valle de Villagra y comenzó con
el trabajo del Grupo Ganadero para organizar de mejor manera las cabezas de
vacuno presentes en territorio insular. Fotoreportaje
Viernes 8 Febrero
Sábado 9 Febrero
El paso del agua va pintando varias tonalidades de
verdes en el camino, la vida florece en medio de sectores agrestes y
semidesertificados.
Luego de un par de horas caminando
desde el Poblado de San Juan Bautista y pasando por el Mirador de Selkirk, se
llega al Valle en donde se desarrolla desde hace más de 45 años esta actividad
productiva comunitaria de marcado del ganado.
La
festividad inicia sus actividades el segundo viernes de Febrero, y como buena
iniciativa isleña, el alcohol es el primer invitado. No por nada se parte con
un salud masivo de empoleado -licor de poleo-, hierba que se encuentra en el
lugar.
En la oscuridad de la noche y desde algún rincón de
las alturas surgen luces rojas y con ello también los cánticos de la Juventud
Robinsoniana. Adolescentes y jóvenes son quienes encienden el fogón de Villagra
ante la atenta mirada de todos, incluso de la lluvia que también acompañaba ya
a esas horas.
Desde el programa oficial y para cerrar la noche, toca
el grupo musical local “Dresden”, folklor fernandeziano con letras que van
relatando parte de la historia y de los personajes de la isla.
Algun@s, seguirán la fiesta durante toda la noche bajo
la lluvia, el fogón, será el lugar escogido para obtener un poco de calor ante
el frío veraniego que se toma la noche.
Nuevo
día y las gotas dan paso a las nubes. Temprano salen los jinetes a buscar al
vacuno isleño. Yo, aprovecho la ocasión y con amigos volamos hacia unas pozas
que se encuentran a una media hora del campamento Villagrino.
Pasadas las 14 hrs aparece el ganado
y con ello también los jinetes que van arreando a los animales hasta la
medialuna en donde se realizará el marcado de las cabezas de vacuno.
Los caballos, altivos ellos, se
convierten en los reyes de Villagra, personajes necesarios por su fuerza y su
destreza para llevar a cabo el trabajo de rodeo del ganado que está repartido
por buena parte de la Reserva Mundial de la Biósfera.
Concurren a esta festividad popular
decenas de carpas que cobijan a las familias que desde el poblado San Juan
Bautista, se movilizan por varios días para compartir en el sector. Llegan
caminando los más jóvenes y en camioneta quienes tienen dificultades para
movilizarse –luego de un trayecto en mar-. Esta vez, fueron poco menos de 100
carpas las que se instalaron para participar de la tradicional fiesta.
A las 5 de la tarde llegan los
protagonistas del rodeo, terneros, vacas y toros entran a la medialuna y se
comenzará la tarea del marcado. Los animales sufren sellos en el cuerpo y
cortes en sus orejas para que las familias sepan la propiedad de cada uno. Las
personas se acomodan para observar el “espectáculo”.
Por mi parte, emprendo la caminata de
vuelta al pueblo luego de compartir una festividad que la comunidad mantiene
desde hace decenas de años, conmemoración que permite el encuentro en torno a
acciones que les dan sentido identitario a toda una población.
@ReneSquellaSoto
Isla Robinson Crusoe
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