domingo, 4 de mayo de 2014

¿La maldición de Alimapu o la desidia del Capitalismo?

Los cerros de Valparaíso ardieron por más de 2 días seguidos desde la tarde del sábado 12 de Abril. El último balance arrojó 12.500 damnificados/as, 2.900 viviendas destruídas y 15 personas fallecidas. Las autoridades sacaron militares a la calle tomándose la ciudad y evitando así, posibles quebrantamientos del orden público, como diría cualquier Ministro del Interior neoliberalizado. 
El Alcalde diamante de la ciudad, el UDI Jorge Castro, queda rápidamente superado por la situación, más que mal, era una situación ya proyectada por el encargado de emergencias del Municipio y nada se había realizado al respecto, ¿Qué se podía esperar?. Ver http://ciperchile.cl/2014/04/16/el-historial-de-negligencia-y-corrupcion-que-hizo-arder-a-valparaiso/
 
La misma tarde del sábado 12 de Abril, familiares y amistades de los sectores afectados comenzaron a ayudar rápidamente, misma rápidez con la que un Supermercado Santa Isabel (CENCOSUD) cercano al sector de Santos Ossa, subía el precio del bidón de 5 lts de agua. Bomberos por mientras, apoyados por compañías de varias regiones y claramente sin los recursos materiales necesarios para un incendio de la envergadura que se dió, dió muestras una vez más de ese tezón que les acompaña y que también se refleja, en su negativa a tener un sueldo por dicho trabajo. ¡Pero encantados reciben profesionalización del oficio que desarrollan!

En los medios de comunicación se comenzó a hablar de la situación y una campaña de solidaridad -real y televisiva- se propagó en cada rincón del país. Por mientras, Iquique y Alto Hospicio el 1 de Abril habían sufrido un terremoto pero poco se había hecho por ellos, parece que estaban lejos de las luces y cámaras. ¿Centralismo comunicativo?.
 
El Alcalde diamante, seguía casi KO moviéndose al parecer, sin asesores comunicacionales: botaba alimentos donados debido a la mala gestión de los mismos, rechazaba la llegada de más voluntarios aún cuando los pobladores pedían más apoyos, respondía de mala manera a la justa rabia de un poblador que literalmente, había quedado en la calle. Tímidamente comienza la campaña #FuerzaValpo #FueraCastro.
La historia oficial que escribe El Mercurio, dice que el incendio partió por un chispazo provocado por 2 pájaros pajarones. Entre las calles del puerto, las conversaciones van uniendo hilos: reciente cambio de plan regulador del Gran Valparaíso, desarrollo inmobiliario, tomas de terreno, especulación territorial. ¿Quienes ganarían?, los mismos de siempre, muchos de ellos, amigos del Alcalde o por lo menos conocidos que alguna luquita le soltarán para sus futuras campañas... si tiene cara de presentarse.
 
Dicen que la población indígena antes de la llegada de los españoles no quizo habitar la bahía por los constantes incendios de los bosques que cubrían sus quebradas. El viento fuerte y la geografía del lugar permitían condiciones para ello. Mejor se fueron a Con Con, a la desembocadura del río. Hoy, ya somos cerca de 400.000 mil personas habitando Valparaíso, mucha tecnología y conocimiento ha pasado a través de la historia, actualmente tenemos la sabiduría suficiente para saber lo que se tiene que hacer para evitar una tragedia de esa envergadura.
 
El capitalismo y su forma de pensar, de concebir un espacio, facilitan las condiciones para este tipo de tragedias incluso más que las condiciones geomorfológicas existentes. Planificación Urbana, Tratamiento de la Basura, Derecho a la Vivienda Digna, Distribución del Agua, son elementos que debieran estar presentes en la política pública y que desde el campo comunitario se podrían trabajar también autogestionadamente. 
 
Cada vez son menos los voluntarios subiendo a los cerros y los militares aún andan con el dedo en el gatillo en vez de las manos en las palas y carretillas. Se viene la lluvia y con ello los peores temores debido a la lentitud de la ayuda estatal y municipal y a las condiciones del terreno. Las organizaciones comunitarias se siguen articulando y construyendo poder, los comedores populares, son experiencias que ya en los años 80 facilitaban la organización social y hoy repiten en los cerros porteños.
 
Alcalde Diamante del puerto sigue perdido externalizando responsabilidades. Un rey sin reino. Su cabeza se pide en varios rincones de la ciudad y de distintas formas, más que mal, es fiel representante de la desidia del Capitalismo para evitar y afrontar estas catástrofes que sabemos, no pueden evitarse completamente, pero pueden aminorarse sus efectos.
 
Van recién 3 semanas desde la catástrofe, todavía queda mucho trabajo por hacer, especialmente, en soluciones habitacionales de calidad, en reparación emocional, en organización comunitaria. 
 
@ReneSquellaSoto

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