El progreso Chileno se basa en una industria extractiva que no respeta los ecosistemas. Minería, Monocultivos Forestales y la Agroindustria, requieren mucha energía para hacer funcionar sus fábricas. Y que sea barata, y así mantener mayores márgenes de ganancia. Ahí es cuando entran las Centrales Hidroéléctricas y sus torres de alta tensión, también las termoeléctricas en base a combustibles fósiles, todas ellas dentro de las energías más económicas considerando que las empresas generadoras de electricidad suelen no considerar sus externalidades sociales y ambientales en los emprendimientos que llevan a cabo con la venia de los gobiernos neoliberales de los últimos años. Puelo, en Cochamó, es un nuevo territorio víctima de la codicia empresarial que entra en conflicto socioambiental con sus habitantes.
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