El cigarrillo mata en el país aproximadamente a 15.000
personas al año a través de enfermedades especialmente cardíacas y pulmonares.
Para ello cuenta con una poderosa industria que hace lobby, en especial como se
ha observado estas últimas semanas, con diputados UDI, esos que defienden el
lucro en cualquier ámbito, incluso por sobre su mismo Dios al que veneran con
fanatismo religioso. No por nada las tabacaleras a nivel mundial, tienen uno de
los negocios legales más rentables que hoy en día existen, parece que le siguen
las mineras gracias a royalties ficticios que perpetuán la riqueza con los
bienes naturales que debieran pertenecer a todo un país.
Un porcentaje importante de la
población es consumidora de este placebo dañino y la juventud Chilena tiene uno
de los porcentajes más altos de consumo a nivel mundial. Ansiedad, depresión,
nerviosismo, estrés, son algunos de los elementos que están detrás de cada
impulso para tomar un cigarrillo, la dependencia acompaña cada uno de esos
impulsos. Los países que han mejorado sus índices de salud, han generado
drásticas estrategias intentando obstaculizar de algún modo el libre consumo de
dichos humos.
Otra
droga legalizada definitivamente durante el siglo XX fue el alcohol, líquido
que se relaciona y es uno de los factores más importantes en los hechos de
violencia, delitos de toda índole, femicidios, accidentes de tránsito, peleas, etc.
Por si fuera poco, en reportaje investigativo del quincenal “El Ciudadano”, se
desmenuzó la propiedad de la industria del copete, el Sr. Luksic, el mismísimo del
Banco Chile, Canal 13, Minera Los Pelambres entre muchos otros “emprendimientos”,
resulta que es dueño de industrias cerveceras, grandes extensiones de viñedos y
ahora último, ha comenzado también a acaparar la importación de los destilados
que pisan suelo nacional para finalmente entregarse a las gargantas de Chile.
El alcohol, al igual que el cigarrillo, es una droga
transversal a clases sociales, religiones e ideologías políticas, a la sociedad
chilena la tiene completamente controlada y las angustias y celebraciones
suelen acompañarse casi siempre de algún vaso con algo de alcohol. El frío, la
alegría, el calor, las tristezas, en fin, todo momento es propicio para pegarse
un guaracazo de algo. Un verdadero opio de todo un pueblo que se embriaga
mientras quienes les venden el alcohol saquean recursos naturales y se hacen
dueños de los derechos sociales, contaminan a la naturaleza y concentran poco a
poco cada parte de la vida de una persona. El mentado Luksic, y otros tantos
oligarcas son parte de ese entramado neoliberal casi perfecto elaborado en
Dictadura y que tiene una constitución que le resguarda. Digo casi, porque
tengo la certeza que no es para siempre dicho entramado.
Por último y no menos importante
dentro de la legalidad de las drogas, aparecen los fármacos o medicamentos para
controlar algunos de los desbarajustes que presentan las personas ante un
sistema de vida que incomoda, molesta, pierde sentidos, esclaviza y estresa,
sistema que a pesar de todo lo anterior, es objeto de deseo por una mayoría importante
de la población mundial. Una omnipresente industria publicitaria para
hipnotizarnos, una educación mercantilizada para alienarnos, unas siempre
prestas corporaciones bancarias para acceder a los créditos que permitirán el
consumo, y empresas farmacéuticas con pastillas para tratar los fastidiosos
malos funcionamientos de alguno de nuestros organismos, hacen lo suyo para
adaptarnos a un ordenamiento que evaluaciones cuantitativas y cualitativas
demuestra que solo es beneficioso para una minúscula parte de la población.
Todo el resto, trabaja y suda la gota gorda para que esa minoría pueda
disfrutar de sus privilegios.
Chile tiene la capital del mundo
con mayores índices de trastornos ansiosos y depresiones, su población juvenil
junto a la de Corea del Sur ha tenido los más importantes incrementos a nivel
mundial en suicidios. ¿Quieren más pruebas de que un sistema de relaciones
basado en la competencia individual está causando estragos en la salud de la
población?
¿Cómo se maneja esa situación por
parte del Estado?, convoca para solucionar esto a una industria farmacéutica que
presenta millones de ganancias, junto a ello, se avanza en legislaciones que
hacen más fácil el acceso a la automedicamentación, por ejemplo, pronto se
podrá comprar algunos remedios en los supermercados.
La medicina avanza más bien hacia
tratar los síntomas y poco se preocupan de ir a las causas de los males, más
dinero se gana con una población en constante medicamentación y con enfermedades
que se vuelven crónicas, como crónico es también el depósito de dinero para
acceder a los medicamentos.
Algunos apelarán a la libertad de cada individuo para
hacer con su salud lo que les parezca. Les compro el argumento, si dijeran lo
mismo con el aborto, el consumo de canabbis y las drogas en general, la
eutanasia, el acceso a otro sistema de jubilación y un largo etc que cada uno
puede ir completando. Lo único que tengo claro, es que legalizando el
autocultivo de marihuana en el país, las 3 industrias antes descritas y sus
poderosos inversionistas perderían parte importante de sus ganancias, y en el
mundo que ellos construyen, eso también significa pérdida de poder.
@ReneSquellaSoto
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