Aquí Batista se sentía a sus anchas, gobiernos neoliberales le limpiaban el camino con legislaciones a la medida o con una que otra trampita que no era investigada por ejemplo, por los grandes medios de comunicación masiva.
La contraparte es un pueblo pequeño donde la pesca y el turismo son el sustento de una vida tranquila que no obedece a los patrones de consumo de los señores don dinero. El adversario del multimillonario eran familias convencidas de defender la vida por sobre la ambición del dinero.
Pero bueno, fueron tantas las trampas que se usaron para darle el victo bueno ambiental a Castilla, que el poder judicial no se pudo desatender. Investigó y siguió las causas, la última instancia de ésta, la Corte Suprema, finalmente dió el veredicto: Castilla NO va debido a notables actuaciones que pasaban a llevar legislaciones y procedimientos, a trampas, pero de esas que hacen los grandes empresarios.
Ahora los medios alardean de que Chile S.A se quedará en penumbras e Hidroaysén y el exPPD Fernández entraron al juego haciendo ver lo necesario en que se transforman las hidroeléctricas en el sur para aportar la energía que necesita el país... aunque de verdad quizo decir las industrias transnacionales de la minería, agroindustria y forestales.
Castilla NO va y me embarga felicidad por la gente y ese mar y esa tierra y esas vidas de variadas formas que seguirán tranquilos sin la intervención tóxica del progreso de pocos.
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