domingo, 10 de septiembre de 2017

Bicicleteros para las Ciudades

Si queremos pensar en ciudades a escala humana que estén pensadas en la calidad de vida de sus habitantes, trabajadores y visitantes, una de las importantes transformaciones que se debe hacer es incentivar el uso masivo de bicicletas para el transporte de las personas. Ese incentivo, tiene el primordial elemento de generar la infraestructura y los decretos necesarios para que la ciudad baje la velocidad y considera de mejor manera la escala humana.


Personalmente, entendiendo que el Mercado no persigue mejorar calidad de vida sino que maximizar las ganancias a cualquier costo (casi siempre a costa del trabajador y la naturaleza), no propondría a Belda, Oxford o a algún empresario para que se haga cargo de éste servicio, sino que incentivaría a que los Municipios con el apoyo de recursos del Estado Central y la Intendencia Regional, pudieran establecer las condiciones necesarias para los traslados en bicicleta a través de la propia ciudad y de la conexión de cada una con otros espacios. Ciclovías dignas y seguras, y la disminución de velocidad, son medidas urgentes que se requieren para motivar a personas de todo tipo a tomar la bicicleta no solo como su medio de recreación, sino que también como su medio de transporte.

Además, un elemento primordial, y sobre todo en ciudades como Valparaíso y su geografía de cerros y quebradas, es la existencia de Bicicleteros, como en el de la imagen que corresponde a uno de los tantos que tiene la ciudad de Sao Paulo. Ese Bicicletero podría ser Municipal o en el mejor de los casos una cogestión de la Comunidad Ciclística de la ciudad (todas las  agrupaciones que existen y que se dedican al tema) junto al Municipio. Se genera trabajo, se motiva el uso de tan noble medio de transporte, y se fortalece la agrupación de la comunidad en éste caso, ante la cleta.

Finalmente, destacar unos pocos elementos básicos del uso de la Bicicleta: Fortalece el organismo humano al ejercitarse, lo que conlleva beneficios de salud física y mental de cada ciclista; Reduce el uso de medios de transporte contaminante lo que beneficia a la ciudad y todos quienes respiran el aire que ella produce, incluso si lo pensamos, es un apoyo al desincentivo de emitir gases que alimentan el efecto invernadero; Permite el ahorro de dinero -e incluso en ocasiones de tiempo-, en comparación de quienes se mueven en transporte particular o público, reserva económica que cada uno podría destinar a otras talvez, incluso más relevantes para el bienestar de uno.



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