lunes, 7 de octubre de 2013

Sistema Tóxicos y Oportunidades Colectivas

Resistir es construir, desligarse de un modelo depredador y altamente tóxico en los más múltiples sentidos. Pensar y hacer otro en el día a día.

El "Modelo" esclaviza modernamente con tarjetas plásticas que te entregan tu fuerza de trabajo convertido en dinero. Para comprar, pagar cuentas, acceder a servicios sociales que hoy son bienes de consumo, en fin, la esclavitud actual se basa en un trabajo de a lo menos 8 hrs al día (sin contar el traslado) por un mísero sueldo. Tan mísero, que en Chile, país de la OCDE, un sueldo mínimo no saca a una persona y su familia de la pobreza.

No olvidar que también la realidad actual esclaviza como en épocas antiguas, así por ejemplo, marcas como ZARA (España) terminan teniendo sus industrias en el sudeste asiático en condiciones laborales que indignan. La realidad en buques de altamar también es preocupante. Incluso un "fino" restorán Hindú del barrio alto santiaguino fue descubierto esclavizando justamente a personas traídas desde las tierras del Ganges.

También el modelo es tóxico en la salud física. Hoy el estilo de vida atolondrado y poco paciente implica como condición una oferta de cómida que multinacionales y grandes hipermercados intentan saciar. No por nada grandes firmas como Monsanto -que tiene un prontuario que ya se lo quisiera Bart Simpson-, tienen los ojos puestos en las semillas, mientras otros gigantes como Walmart dirigen la mirada hacia la comercialización de alimentos colmados de preservantes, edulcorantes y cuanto sea necesario para mostrar un alimento que dure lo más posible hasta que se venda. En algunos casos, si es necesario, incluso van cambiando la fecha de caducidad.

Lo tóxico no llega solo a las personas en su salud física, emocional e incluso social, también lo sufren los múltiples animales con los que habitamos, los ecosistemas en su totalidad. Los desplazamientos que se generan en múltiples expresiones de flora y fauna y las extinciones de especies, cuentan actualmente con estadísticas que superan incluso a grandes glaciaciones u otro efecto climático igual de devastador que yaha ocurrido en la historia del planeta.

El Modelo es tóxico y se vende en los medios de comunicación y se está enseñando en la escuela, los liceos, institutos y universidades. Se reproduce constantemente en los actos cotidianos y así se va enclavando en la realidad. La única manera de superarlo, es en una acción colectiva, el Estado debiera propiciar o facilitar ello, y no reprimir esos esfuerzos y dejar exclusivamente al Mercado que se haga cargo de los aspectos de la vida.

Si el Estado no quiere o no puede, esta bien, gran desafío para las comunidades y los territorios, organizarse y construir otro sistema, uno que no esclavice a la persona y que permita espacios para cultivar mente, cuerpo y espíritu, uno que se integre sabiamente a la madre naturaleza respetando la capacidad de carga de los territorios, uno que finalemente y de manera efectiva, propenda a lo colectivo y el respeto a las libertades individuales siempre, siempre pensando en las generaciones futuras y los otros con los que compartimos la tierra.

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