Los señores que controlan el dinero del mundo deciden
llamarle modelo al ordenamiento económico del mundo y a la apropiación de los
bienes naturales y los derechos sociales de cada país.
¿Qué tipo de idoneidad se conforma con la pobreza existente
y sigue legislando para condenarla a la eternidad?, ¿Cuál nirvana de la
administración pública permite los niveles de desigualdad económica?, ¿En
quienes se piensa cuando se habla de desarrollo y eso significa envenenar los
aires de un pueblo o contaminarles el agua con elementos tóxicos de
consecuencias cancerígenas?, ¿Qué pericia gubernamental medicamenta a su
sociedad y la enferma con un estilo de vida basado en el consumo, competencia,
apariencia y sedentarismo televisivo?, ¿Es modelo aquel que invierte una mayor
cantidad de dinero en armas y sistemas de vigilancia que en educación de
calidad y salud preventiva universal?
Para convencer de la perfección del capitalismo se
apela a la libertad económica pero se encarcela la del pensamiento. La
persuasión la consiguen manipulando los medios de información para sus propios
intereses -¡suelen ser los dueños!-, apostando por un sistema educativo
clasista que no libera a la persona, sino que más bien termina esclavizándola
para beneficio del “modelo”.
Pero claro, siempre pasa que algunos se rebelan ante el
ordenamiento obligado en un mundo “libre” a pesar de la criminalización y la
judicialización de la protesta social, miles son los indignados y
desilusionados y enfermos por las condiciones de vida que genera el “modelo”, entre
muchos se intenta –no siempre cohesionados como los de arriba-, construir una
alternativa que responda a las necesidades colectivas y no a las suntuosidades
personales de los codiciosos que hoy, controlan economía y política, iglesia y
medios de información, incluso, clubes de fútbol.
@ReneSquellaSoto
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