domingo, 22 de noviembre de 2009

OJO CON LA MODERNIDAD

Para quienes nos consideramos nostálgicos de prácticas pasadas e intentamos rescates de la naturalidad y simpleza de la vida, la comida casera y una pequeña sobremesa es una quimera en una sociedad en donde la rapidez de los cambios van de la mano con los pasos acelerados de las gentes por la calle.

Ejemplos

1.- Alimentación atragantada por la voracidad del hambre o de las responsabilidades que deben cumplirse en la pega o estudios. Pocos minutos que solo servirán para tragar aceleradamente y evitar el disfrute de la comida, la sencillez de condimentos o una posición horizontal de descanso momentáneo.

2.- Comida chatarra manipulada con grandes cantidades de azúcares y sales para generar adicción en el organismo y así asegurarse una buena y sostenible venta. Mejor aún si se es capaz de motivar a los más pequeños y pequeñas con festejos de cumpleaños, regalos o payasos que se las dan de “solidarios”. ¡El fin justifica los medios decía un pensador años atrás y repetirán como mantra los emprendedores de la comida basura!

3.- Snacks por millares que se cambian por lo que antaño era una manzana jugosa o un durazno consistente. Ramitas, suflés, nachos y su venta en kioskos de pasada reemplazan con inusitada fuerza las frutas y los puestos de feria. Las bebidas gaseosas y altamente azucaradas –según algunos, coca cola es la palabra más universal que actualmente existe-, reemplazan al agua, jugos naturales, motes con huesillos y zumos de frutas de la estación.

Sumando y restando, la industria alimenticia se acomoda con el correr de los tiempos en escasas manos –para variar!-, las sales y azúcares en exceso son sindicados como elementos preponderantes en una variedad increíble de enfermedades que antes eran exclusivos de la tercera edad, y las gentes adictas al consumo de tales alimentos, se envenena poco a poco y motiva junto a otros males modernos, tempranas apariciones de infartos, accidentes vasculares, diabetes y como decía recién, un largo etcétera de desajustes en el cuerpo y en algunos casos, en la mente…

¿Qué desea servirse Ud.?, ¿Porotos caseros en la lentitud del Restaurant El Pimentón o Hamburguesa concesionada en la rapidez frenética del Mac Donalds?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

menos mal que para ir por la hambuergesa hay que desplazarse hasta a viña..

valparaíso ..territorio libre de Mac Donalds!!

lou

Anónimo dijo...

Grande, he encontrado lo que he estado buscando